lunes, septiembre 25, 2006

Linus contra la GPL3


La cuestión no pasa de ser una simple noticia anecdótica en los principales sitios de Internet. Pero, sin lugar a dudas, es uno de los momentos más críticos que vive GNU/Linux y toda la comunidad del software libre. Esta es "La Reflexión del Lunes".

Es de público conocimiento que, desde que salió el primer borrador de la GPL 3, Linus torvalds se mostró en total desacuerdo con varias clausulas que allí aparecen y declaró que no iba a usar esa licencia, sino que el proyecto que tiene a su cargo (el kernel Linux) seguría siendo un proyecto GPL2. Recientemente, un grupo de programadores del kernel se pronunciaron en la misma posición y dieron sus claros fundamentos.

Si no entienden inglés, les resumo la postura de los programadores en pocas líneas para que actualizarlos. Hay principalmente tres puntos que ellos consideran "negativos" en la versión tres de la GPL. El primero de ellos (y quizás el más importante) son las clausulas "anti-DRM" que incitan a no desarrollar software libre que soporte esta tecnología. Si bien aceptan que el DRM es algo "no bueno", no aceptan que dentro de la licencia no se permita desarrollar software que soporte esta tecnología, porque eso tambien es coartar la libertad del programador.
Los otros dos puntos estan relacionados con las patentes de software y con las clausulas de restricción adicionales que ellos consideran incentivarán a la fragmentación y difucultarán la tarea de muchas compañías distribuidoras de software de código abierto (si ya tienen problemas para compilar miles de paquetes con diferentes licencias de código abierto, imaginense con forks de la GPL).

La cuestión es que aquí tenemos un problema muy grave. Por un lado, tenemos una "voz que grita" no estar de acuerdo con los borradores que la FSF publica y por el otro lado tenemos una FSF que hace oídos sordos a esta demanda. Si esta voz fueran un par de locos con aires de revolucionarios, la cuestión no sería gran problema. El problema es que la voz sea el hombre que ha permitido que GNU/Linux exista, y su principal grupo de colaboradores. Por primera vez en la historia de GNU/Linux, los "dos grandes jefes" (para simplificarlo, Linus y Stallman) estan realmente enfrentados en sus ideales.

El problema es realmente grave (si, lo repetire hasta el cansancio). La estructura jerarquica que posee el software libre es realmente "debil", en el sentido de que no hay una organización de tipo "jefe-subjefe-operarios". Esto es mas bien un conjunto de personas que mal que bien se ponen de acuerdo en aúnar esfuerzos e ir hacia la misma dirección. Pero... ¿que sucede si no se ponen de acuerdo? El proyecto se estanca en su desarrollo. O peor aún, se divide y pierde fuerzas.

Hace algunas semanas, en una reflexión del Lunes como esta, yo le echaba la culpa de que Linux tenga serios problemas para mantenerse actualizado con la tecnología actual a los principales líderes (Torvalds, Stallman, Raymond, etc...). Y hoy, desde este humilde lugar, vuelvo a alzar mi voz. Es absolutamente esencial que los líderes de los proyectos que forman parte del "conjunto" GNU/Linux tengan buena relación, estén conectados y trabajen -juntos- en pos de un mejoramiento, no sólo del sistema operativo, sino de la filosofía y las prácticas que lleva el software libre adelante. Si esto no se da, entonces la base es muy débil y puede romperse.

La únión hace la fuerza. Sin unión, no hay fuerza. No pido que se unan los miles de colaboradores de la FSF con los de Linux (por nombrar un proyecto cualquiera). Solo pido que los cuatro o cinco tipos que tienen "la manija", se entiendan, se lleven bien y trabajen juntos. Desde afuera, hasta puede dar la imagen de que "cada uno tira para su lado" y eso no es nada bueno para el espíritu del software libre.