Hace un mes les comentaba que, debido a un trabajo temporal que estaba llevando adelante, me veía obligado a trabajar gran parte del día con Windows. Entonces, descubrí que me decepcionó mucho más de lo que creía que lo iba a hacer, y compartí mi experiencia con ustedes. Eso generó muchos comentarios en Alternaria (algunos muy inspirados). Esta es mi última semana del calvario, y tengo algunas ideas más claras. Esta es "la reflexión del Lunes".
Luego de trabajar casi diez horas por día, de Lunes a Viernes frente a un equipo con un sistema operativo del año 2001 (con todas las desventajas que eso incluye), me dí cuenta de que el principal problema de Windows no es que sea inseguro, tosco, feo visualmente (o, al menos anticuado), "incomodo" en cuanto a usabilidad, caótico en cuanto a la gestión de la información y peligroso en cuanto a la gestión de los recursos del sistema. Windows XP es todo eso, pero hay un factor, particular mío (esto es, de mi experiencia) que hizo que mi vida con Windows no fuera todo lo divertida que quizas debió haber sido.
Quiero aclarar que yo nunca utilice Windows XP. De hecho, el último Windows que usé fue el 98, entre 1998 y el 2000, año en que finalmente me pase a Linux en el escritorio. Acostumbrado a trabajar con otros sistemas operativos, lo primero que hice cuando me senté frente al equipo Windows fué instalar "mi set de herramientas" cotidiano. Firefox para navegar, Thunderbird para gestionar mis mails, iTunes para escuchar música, OpenOffice para manejar algunos documentos de Office, Abiword para procesar texto y algún juguetito más. ¿Porque no use Explorer, Office, Outlook, etc? Bueno, ya saben... Explorer no tiene navegacion por solapas, Office no estaba instalado y no tenía ganas de ponerme a buscar quien me lo preste, Windows Media Player me parece algo sumamente desagradable para manejar los playlists y Outlook... es un "queso gruyere" (por lo virus, digo).
El tema es que todas estas herramientas no se llevan bien con Windows. Lo hacen más lento (mucho más!) y hasta se siente que no están bien integradas con el sistema operativo. Ahora me planteo que quizás, si en vez de haber utilizado todas esas herramientas que les mecioné, hubiera utilizado Explorer, Outlook, Office, quizás Windows se hubiera portado mejor conmigo. Quizás hubiera funcionado más "rápido", quizás me hubiera ofrecido más herramientas de integración... de hecho, voy a dejar de decir "quizás" porque estoy casi seguro. La prueba está a la vista, Firefox tarda 5 segundos en iniciar mientras Explorer lo hace "instantaneamente". Eso habla de una "comunicación interna" que obviamente sucede entre Explorer y Windows, y que no sucede entre Firefox y Windows.
Y esa es mi conclusión: Windows hay que usarlo con las herramientas de Microsoft. ¿Que son inseguras? ¿Caras? ¿Poco funcionales? Lo lamento, es el precio que hay que pagar si se quiere que el sistema operativo responda. Pero es la realidad. Sino, hay que acostumbrarse a una serie de "incomodidades", que al menos a mí, me irritaron terriblemente.
Finalmente, para que quede claro que no tengo nada "personal" contra Windows, les voy a decir que simplemente no me gusta: por eso no lo uso en ninguno de mis equipos. Estoy dispuesto a sufrir las "incomodidades" que les mencionaba anteriormente en otros sistemas operativos que me brinden más herramientas y funcionalidades, acordes a los tiempos que vivimos. Quizás el Vista me tape la boca... solo el tiempo lo dirá.