jueves, julio 20, 2006
El duro camino de las revistas de Linux
Leo en VivaLinux:"Después de probar las aguas del Software Libre por casi 18 meses, la revista brasileña Linux PC Master volvió sobre sus mismos pasos y decidió regresar a ser sólo PC Master, con contenidos mixtos sobre Linux y Windows. La revista impresa también baja de precio y ya no regala un CD con cada número. ¿Una muestra más de lo duro que es el mercado editorial de las publicaciones dedicadas a Linux para las masas?".
Bueno, algo entiendo del asunto y puedo asegurarles que, en la actualidad, no existen "masas de Linux". Los usuarios *de verdad* de Linux que están dispuestos a comprar una revista todos los meses son muchos menos de los que cualquiera de ustedes puede creer.
Además, publicar una revista dedicada a la informática en Latinoamérica es toda una odisea. El mercado Latinoamericano es tan, pero tan diferente al de Estados Unidos o al de cualquiera país de Europa... ¿Quieren que les cuente cuales son los principales obstaculos? Si, ningún problema: el precio del papel, el precio de la impresión, el precio de los CDs, el precio de la distribución, la infinidad de impuestos, y el preció tope que se le puede pedir a la gente por la revista, encontrar gente capacitada para escribir sobre temas tan pero tan específicos (y poder pagarles bien para que ellos quieran continuar escribiendo), encontrar auspiciantes que entiendan que una revista es un excelente medio de publicidad y se animen a invertir en dicho tipo de difusión, y tantas otras cosas más que en este momento no me vienen a la cabeza porque no dormí bien.
Para una revista de Linux son muchos los obstáculos, y las ventas son mucho menores que las de cualquier revista especializada en informática general. Por eso, la decisión de la gente de PC Master la entiendo perfectamente. Cuando las cosas no son negocio, simplemente no son negocio.
Pero bueno, por lo pronto nosotros en Linux USERS, seguramente por obra y gracia de Dios, el mes próximo cumplimos 2 años: 24 números que sólo los colaboradores que trabajan en la revi mes a mes y yo, sabemos el esfuerzo que cuesta poner esa revista en la calle.