Cuando leo noticias como esta me causa indignación. Los usuarios de Linux, evidentemente, hacen cualquier cosa por lograr entrar a sitios que solicitan "Flash 9"... desde engañar al Firefox, hasta usar Wine para emular un Firefox de Windows! Pero antes que nada, quiero explicar cual es el problema puntualmente.
Flash ya no es lo que erá. Ya no es ese "plugincito" que permitia ver animaciones en páginas Web. Flash 9 es una plataforma emergente, que junto con la tecnología Web 2.0 está permitiendo que, dentro del ámbito Web, se pueda grabar música, capturar videos, hacer conferencias, en fín... un monton de cosas super-interesantes, que requieren de mucha conexión con el hardware, y con el sistema operativo. Recuerdo, todavia, cuando hace algunos meses me sorprendí con el grabador de sonidos Flash de Odeo, que funciona obviamente desde una página Web. Luego me topé por ahí con otro sitio que, capturaba mi imagen desde la camara Web y me mostraba mi cara en la página! Todo esto es increible pero...
Necesita de mucha conexión con el sistema operativo. Y en el ámbito Linux, los programadores se están volviendo locos para conectarse con "el" sistema operativo, por la simple razón de que Linux no es uno, sino que son muchos. Ayer justamente leía una entrevista a Mike Melanson uno de los principales desarrolladores Linux del departamento de Flash en Adobe, que decía que tuvieron que tomar muchísimas decisiones a la hora de elegir APIs: ALSA para el sonido, Video4Lin para el video, etc. Y la cuestión se complica más cuando tienen que lograr que ese plugin funcione en toooodas las distribuciones populares de Linux.
Por eso hay tanto retraso. Porque están probando APIs, certificando distribuciones y vaya a saber uno cuantas cosas más. Esta vez, la diversidad le juega claramente en contra a Linux. Cada vez son más los sitios que piden Flash 9 para funcionar, la tecnología avanza y como dijo Eric Raymond hace algunos días, "la comunidad no se está moviendo lo suficientemente rápido".
Solo puedo decir una cosa: debemos ser pacientes y resignarnos a tener algun otro sistema operativo a mano en donde sí exista Flash 9, si es que nos interesa estar actualizados. Este puede ser un caso aislado, pero puede ser el "quilombo necesario" para que los capos gestores del desarrollo de GNU/Linux se tomen de una buena vez por todas en serio el tema de la estandarización del sistema. Y ¿Para cuando Flash 9? Seguramente para antes de fin de año...
