Hasta hace algunos años, yo era un gran fanático de Debian... aunque era un poco "tosco" para ser configurado, una vez que uno lo tenia armadito como queria, era una distribución muy noble. Sumamente estable, segura y con el mejor sistema de actualización del sistema que existe actualmente en el mundo de Linux ¿que mas se le puede pedir a una distro? Lo cierto es que Debian siempre tuvo una especie de problema "estructural" que hoy se hace mucho más visible: su politica interna. Debian parece un gran partido politico en donde miles de afiliados se pelean entre sí día tras día para ver quien "logra poner tal cosa" o "sacar tal otra". Entonces, lo que sucede es que tomar decisiones se vuelve una tarea sumamente dificil. A la corta, mantener la distribución actualizada con los estandares actuales tecnológicos, bajo esa política, es una misión practicamente imposible. Por eso, hoy, Debian está (como producto) a años luz de las distribuciones más populares (miren a su ahora "hermano mayor" Ubuntu).
Pero no soy solamente yo quien cree eso, en una reciente entrevista, Ian Murdock (uno de los primeros miembros del proyecto) declaró que "Debian está demasiado metida en procesos y politica, lo que hace imposible que alguien tome decisiones importantes". ¿La solución? Borron y cuenta nueva, reestructuración completa... ¿pero lo harán? No lo se, por lo pronto, Murdock anunció que será un nuevo empleado de Sun.
