
Infinita fué mi sorpresa cuando veo en el suplemento Sociedad del diario Clarín (uno de los más importantes de Argentina) una nota sobre dos jovenes argentinos (Pablo Gauna y Nicolás Rodríguez Vilela) que ganaron la final del Mundial de Informática en Korea. Ellos obtuvieron el primer premio en la categoría "Hoshimi: Batalla de programación" que consiste en construir juegos usando "conceptos de inteligencia artificial y programación dinámica", según dice la versión técnica."
El premio (una copa y ocho mil dólares) no sólo es un orgullo para ellos y sus familiares, sino también para su escuela, el "Hogar Naval Stella Maris", la misma escuela en donde yo cursé el secundario.
No se si alguno de los directivos, profesores o incluso mis compañeros leen este blog... pero por las dudas, sepan que me sumo a la alegría de ustedes y daré cuanta difusión pueda a este logro. Felicitaciones muchachos.