A principios de ésta década, una ilusión desmedida sobre las capacidades y ofertas de Linux hizo que se hagan inversiones millonarias y se creen falsas espectativas, que rápidamente terminaron derrumbándose. Damas y caballeros, esta es "La Reflexión del Viernes".
Ayer me encontré con un viejo amigo, que hacía mucho tiempo que no veía. El es informático como yo, y por la época en que frecuentábamos las mismas esquinas, él estaba haciendo sus primeras incursiones sobre Linux (quería profesionalizarse para poder comenzar a brindar sus servicios sobre esta plataforma).
Cuando nos vimos, luego de las preguntas típicas sobre la vida, la familia, el trabajo, etc... se me ocurrió preguntarle ¿Y como va la cosa con Linux? El me devolvió una mirada que tenía una mezcla de compasión y "aire sobrador" y me dijo, no sin antes esbozar una sonrisa, "Nah, ¡a Linux ya se le pasó el cuarto de hora!".
Lo primero que vino a mi mente cuando me dijo eso fué "esta persona evidentemente vive en otro planeta", y creo que el leyó eso mismo en mi cara, porque inmediatamente comenzó a decir, con un tono semi defensivo:
"A principios de ésta década había compañías que vendían servicios Linux por todos lados. Acá mismo, en Argentina, teníamos a Conectiva, TurboLinux, Mandrake, Red Hat y SuSE; todas con lujosas oficinas en alguna zona bacana de la ciudad. Todas hacían grandes eventos mensuales, en las que nos llenaban de buena comida mientras nos presentaban números imaginarios sobre como sería la explosión de éxito de Linux en los próximos años. Hoy de esas compañías no queda ni la mitad. ¡Vos mismo trabajabas para una editorial que hizo una inversión del carajo publicando una revista sobre Linux que tenía un papel de excelente calidad, dos CDs y un diseño sofisticado! ¿Cuanto duró esa revista? ¿Ocho meses?
En el Estado Nacional las reuniones sobre implementación de Linux eran casi mensuales. Las salas se llenaban de gente y se anunciaba a bombos y platillos una migración masiva que nunca sucedió.
Y ¿Cuantos viajes por evangelización y consultoría tenías vos en aquel entonces? ¿Y cuantos tenés ahora? Nah, la gente que ya se llevó una mala experiencia con Linux en aquel entonces, no te vuelve mas.
Además... mi jefe (que en aquella época estaba "a full" con convertirse en una empresa que brindara servicios de desarrollo basados en Linux) se dió cuenta que todo lo que tenía que implementar en Linux le llevaba el doble de tiempo que con Windows, el doble de dinero, y ahora ya no quiere saber más nada. ¡Y sino mirá lo que está pasando con Apache! ¡Se lo está comiendo Microsoft!"
Ante mi mirada atónita, mi amigo terminó su monólogo (de dos minutos que para mí fueron veinte) diciendo la frase que elegí como título para ésta reflexión: "La burbuja de Linux explotó en el 2002".
Y anoche me quedé pensando sobre eso...
Intentando contener por un rato mi lado fundamentalista (que, aunque no lo crean, lo tengo) me puse a buscar algunas explicaciones a estos fenómenos que, de alguna manera poseen cierto grado de veracidad. Me refiero a que, es verdad que en aquel entonces había distribuidoras de Linux por todos lados que hacían alarde de los millones de dólares en inversión que disponían para convertir a Linux en el nuevo gran estándar; y hoy gran parte de ellas lucha por no entrar en la bancarrota. Es verdad también que en aquel entonces había muchos planes de migración en el estado y en el campo privado que salieron mal y nunca se concretaron. Y es verdad que en aquella época había una especie de "hype" (ilusión magnificada en desmedida sobre el tema) que, siendo sinceros, le quedaba un poco grande al sistema operativo Linux y su conjunto de aplicaciones en aquel entonces (estoy hablando de hace unos cinco o seis años aproximadamente...).
Pero... ¿no es verdad que hoy Linux, en términos tecnológicos, está mejor que nunca? ¿no es verdad que los principales fabricantes de computadoras están ofreciendo en algunas de sus líneas, Linux preinstalado? ¿no es verdad que Ubuntu es usado día a día por un número multimillonario de personas que va en vertiginoso aumento? ¿no es verdad que las interfaces 3D llegaron a Linux antes que a cualquier otro sistema operativo? ¿No es verdad que "el resto de los sistemas operativos" toma prestado código de Linux para sus propias implementaciones? ¿no es verdad que hoy hay mucha más gente colaborando que antes? ¿no es verdad que Firefox es el mejor navegador que la humanidad ha podido concebir?
Quizás en aquel entonces haya existido una burbuja de Linux, que "explotó" cuando la ilusión sobrepasó a la realidad. Yo en realidad, prefiero pensar que fué una buena época, que luego se volvió no tan buena. Pero analizar a la filosofía del código abierto como un mero listado de eventos y fracasos que sucedieron en tres o cuatro años es un completo error. Porque el código abierto es mucho más que todo eso; y su base fundamental es tan grande, que en realidad está por sobre todo eso. Las compañías pueden fundarse y quebrar, la moda puede ir y venir, las experiencias pueden comenzar a ser buenas y volverse malas, en fin... todo eso puede pasar; y el movimiento del código abierto siempre seguirá existiendo y yendo hacia una misma dirección: hacia adelante, porque en un ambiente en el que se fomenta la colaboración, no hay retroceso posible. Y hacia adelante seguirá yendo siempre, por más que algunos ya lo den como una "moda de finales de los 90"; porque es imparable, porque es cada día mejor y, sobre todo, porque es de todos. Es de todos.
Y para terminar, les cuento que yo traté de explicarle a mi amigo todo esto que estoy explicándoles a ustedes, pero el no quería entenderlo... ya estaba muy cerrado. Asique finalmente desistí y le dije "algun día, te vas a acordar de ésta charla; vos seguí tu camino, que yo voy a seguir el mío". Buen fin de semana...
