"Alguien no está pagando su cuota a las entidades de caridad" me dije cuando comencé a leer la ola de acusaciones contra Apple por uso de componentes tóxicos en sus equipos, por parte de Greenpeace.
Lo cierto es que, poco a poco, aparecieron artículos en defensa de Apple (varios de la industria química) que decían que los informes de Greenpeace no solo eran no-del-todo-correctos, sino que también eran demasiado alarmistas.
Pero lo más divertido de la historia (que realmente, me tiene sin cuidado pero estamos en una semana muy pasiva) es la gente de Greenpeace admitiendo que apuntan a Apple porque así logran más titulares en los diarios. Puntualmente, Tom Dowdall, editor del sitio internacional de Greenpeace, dice en una respuesta a Gizmodo:
"Si crees que solo protestamos contra Apple, lo mejor será que veas un reporte que estamos por publicar que cubre un amplio rango de fabricantes. Mientras que posiblemente no logren tantos titulares como el iPhone, eso no quiere decir que no nos enfoquemos en otros fabricantes..."
Sinceramente, solo puedo decir esto: "que comentario poco feliz".
