miércoles, julio 02, 2008

¿Un fork de KDE? Definitivamente no.


Luego de meses y meses de hablar sobre "lo que se viene", la versión 4 de KDE llegó a los escritorios de todos los usuarios de Linux. Y los cambios con respecto a la versión 3, tanto visuales como en usabilidad, son drásticos. Esto hace que el producto esté recibiendo una horda de alabanzas y crtíticas; lo cual es perfectamente normal y esperable (el feedback es muy necesario en los proyectos de código abierto para conocer a los usuarios y sus necesidades). Hasta ahí todo perfecto...

Pero algunas voces "reconocidas" en el ambiente están tan desanimadas con la nueva versión de este gestor de escritorios, que piden a gritos un fork de KDE. ¿Es esto una buena idea?

Definitivamente no ¿Las razones? Interminables. En primer lugar, el usuario de escritorio de Linux no necesita otra alternativa (¡ya hay decenas de ellas!) sino que necesita que las soluciones ofrecidas en la actualidad estén actualizadas y optimizadas al máximo con respecto a las necesidades de hoy en día.

Por otra parte, un fork es una decisión sumamente compleja de llevar adelante. Se necesita mucha gente que este en desacuerdo con la versión "oficial". Y generalmente, la gente que esta en desacuerdo con la versión oficial no tiene los mismos criterios de desacuerdo. Asique hay que ponerlos a todos en el mismo carril y eso es más dificil que enhebrar un hilo en una aguja con los ojos cerrados.

Mi opinión es que si hay algo que no gusta de KDE 4, se lo comuniquen directamente al equipo desarrollo, junten firmas, o cambienlo ustedes mismos si son capaces. Pero no pidan un fork... por favor, no confundamos más a la gente.

Me gustaría saber sus opiniones con respecto a la versión 4 de KDE. ¿Lo usan? ¿No? ¿Ventajas? ¿Desventajas?