No es cuestión de si Linux esta o no listo para el escritorio o si será el año tantas veces vaticinado. No hay explosión de linux en el escritorio por que ya no existe la idea de la pc de escritorio.
Algunos años atrás todos éramos felices con nuestras computadoras. Navegando por internet, jugando videojuegos, trabajando en documentos y hojas de cálculo, escuchando música, mirando películas o enviando correos electrónicos.
Esto ya no es así. La música viene con nosotros en los iPods, Zunes, Sansas o MP-número-por-arriba-de-3 genéricos. Los videojuegos los jugamos en computadoras de menor tamaño a las que seguimos llamando consolas. (Si, la discusión de jugar en la computadora o en consolas también es inútil ya que las consolas son computadoras). Si no tenés un media center para ver películas, estás re-out. Y el trabajo de oficina esta dominado por dispositivos móviles que van desde las clásicas notebooks hasta los más modernos celulares. Y todos los integrantes de esta compleja familia de plástico, metal y silicio convive felizmente en las cálidas ondas electromagnéticas de la internet inalámbrica.
Ahora, ¿Debemos rendirnos y caer en la depresión ante la idea de que el escritorio por el que tanto luchamos está cayendo en picada hacia el olvido? ¡Por supuesto que no! Estamos ante el mejor escenario posible para un kernel con tanta portabilidad que funciona sin problema en una variedad tan grande de dispositivos que van desde un arcaico Gameboy Advance hasta la más compleja supercomputadora.
Es hora de pasar a lo que sigue, y no de quedarse en el pasado.
Ariel Cima
