viernes, julio 10, 2009

La barrera psicologica de pagar por algo que podes llegar a tener grátis


Mariano Amartino de Uberbin se pregunta si existe una barrera psicológica de pagar por algo que hasta ayer podías tener grátis en un post relacionado a la encuesta que está realizando el New York Times a sus lectores, para conocer si ellos están dispuestos a pagar una suscripción por acceder a la versión digital.

Y yo digo que la barrera psicológica definitivamente existe, en mayor o menor medida, en todo el mundo. Claramente, en Internet nadie quiere pagar por nada, porque estamos, básicamente "mal educados de chiquitos". Crecimos en la cultura de la "canilla libre", donde las personas creen que por pagar a un ISP, tienen derecho a bajar todo lo que se les canta, ya sea legal o no.

A eso, si quieren, podemos sumarle la cuestión regional; bastante particular por cierto. En Latinoamérica, donde "pagar por Internet" es una locura arriesgada para muchos (por miedo a fraude o lo que sea); definitivamente la mayoría de las personas va a Torrentz.com, o a Taringa para ver si está para descargar grátis ese disco, esa película o ese libro, que en el medio de entrega original debería ser comprado. Es un hecho, es una realidad. En USA y en Europa se "compra más" por Internet que en Latinoamérica, pero el problema de la monetización del contenido lo tienen igual. La situación es global.

Caso de ejemplo: Mis discos de The Kyoto Connection han sido descargados más de 30.000 veces en todo el mundo. Además, realizamos siempre una efectiva campaña de concientización a las personas en la cual, además de informarles sobre nuestra música, les comentamos cuanto necesitamos su ayuda económica. Por eso, nuestro disco también se puede comprar vía iTunes, Amazon, o por donación vía Paypal. El precio, es realmente barato. Aún así... ¿saben cuanta gente se dispuso a comprar el material por esos medios? Creo que los puedo contar con los dedos de mi cuerpo...

La situación, más que un problema, es una realidad contra la cual es en vano luchar. Internet cambió drásticamente las reglas de juego para todos. Vender contenidos, es hoy en día, un desafío casi de ciencia ficción.

Por lo pronto opino que, al menos por ahora, es cuestión de replantear el plan de negocios, o morir en el intento de proteger el contenido para venderlo por un único canal...