lunes, septiembre 07, 2009

Debian podría adoptar upstart


Estaba leyendo esta mañana noticias varias cuando me encontré con esta que me llamó mucho la atención. Aparentemente Debian podría adoptar en un futuro no muy lejano el sistema de arranque que actualmente utiliza Ubuntu. Este sistema se llama upstart y es un desarrollo de Canonical, le empresa que está detrás del proyecto Ubuntu. Me encanta leer este tipo de noticias porque, de alguna manera, demuestran cómo son (o deberían ser) las cosas dentro del movimiento del software libre y de los distintos desarrollos que crecen en su seno. Antes que nada, quiero aclarar que soy usuario de Kubuntu desde hace algunos años y, aunque me cueste un poco, voy a tratar de escribir desde una perspectiva neutral.

Aparentemente el sistema de arranque de Debian ya lleva acumulados muchos años de desarrollo y está cerca de jubilarese. Los avances que ha habido en el kernel de Linux en las últimas décadas hacen que algunos procesos de arranque hayan quedado algo obsoletos y, buscando reducir los tiempos de carga e inicio del sistema, sea más conveniente empezar desde cero en el caso del sistema de arranque tradicional de Debian. Si nuestro desarrollo es abierto en este punto tenemos una gran ventaja a favor. En el caso puntual de Debian, después de evaluar varias opciones de sistemas de arranque, upstart se considera la alternativa más madura y adecuada. Un punto a favor de la buena relación de estos dos proyectos que, en definitiva, beneficia a los usuarios.

Por un lado tenemos a la pionera Debian, una de las distribuciones de Linux más conocidas y usadas en todo el mundo. Por el otro a la mucho más joven y reciente Ubuntu junto con sus propios derivados: Kubuntu, Xubuntu y demás sabores. Pero tomemos a Ubuntu como un todo. Esta última distribución, como seguramente sabrán, es un derivado de Debian. Es decir que tomó el desarrollo previo realizado por la comunidad de Debian y montó una distribución alternativa que cubriera los intereses de su propio proyecto. Para lograr esto, incorporaron y adaptaron paquetes de otros desarrollos libres, modificaron algunos del propio proyecto Debian y crearon sus propias librerías, aplicaciones y paquetes en los casos en que fue necesario. Pero en algunas ocasiones pasa que los desarrollos y las soluciones surgidas en algún proyecto derivado de uno mayor, escalan y llegan a su progenitor. Uno piensa que esto debería ser algo natural porque tampoco se trata de estar reinventando la rueda todo el tiempo. Sobre todo cuando existe una necesidad puntual, el tiempo apremia y existe algún desarrollo libre que se pueda incorporar a otro para hacer las cosas más rápidas y sencillas. Además, puede que este código que adoptemos ya tenga varios años de uso en otros proyectos y esté ampliamente probado. Esa robustez es difícil de alcanzar desde cero porque es un proceso que lleva mucho tiempo. Tiempo con el que, en general, no se cuenta. Ventajas del código abierto. Pero muchas veces esta ventaja no se aprovecha plenamente por cuestiones que tienen que ver con diferencias filosóficas y conceptuales de los diferentes equipos de desarrollo.

De todas maneras, todavía Debian no ha tomado la decisión definitiva y podría decantarse finalmente por alguna otra alternativa. Pero sea la que fuere, será también de código abierto. Y una vez más, dos proyectos diferentes dentro del software libre estarán colaborando para llevarle la mejor solución al usuario final.