Su nacimiento a finales de 2004, marcó la muerte de "la gran competencia de distribuciones por el escritorio". Hoy, Ubuntu casi se ha vuelto sinónimo de "Linux"; y mientras para algunos es una buena noticia, para otros es lo peor que le pudo haber pasado a la historia de GNU/Linux.
Hace algunos días, publicaba una pequeña reflexión sobre la caída en la cantidad de búsquedas del termino "Linux" en Google en 2004 y me preguntaba cual era la razón. Muchos de ustedes me dieron la respuesta en múltiples comentarios: A finales de 2004, nacía Ubuntu, la hoy considerada "Distro perfecta para el escritorio".
Repasando un poco la historia en mi cabeza, llegué a la conclusión de que Ubuntu fué uno de los quiebres más grandes dentro de la corta (?) historia de Linux. Y voy a hablar desde mi experiencia personal (que seguramente será la misma que la de muchos de ustedes):
A finales de los noventa estaba yo escribiendo mi primer Libro de Linux, colaboraba en las revistas USERS, Solo Programadores y daba cursos en diferentes instituciones. Por aquel entonces, el campo del escritorio era una lucha encarnizada entre corporaciones que día a día evolucionaban sus productos tanto visual como funcionalmente para sacar un poquito de ventaja al resto. Y cuando iba a las reuniones de Linuxeros, había grandes grupos de usuarios de SuSE, Mandrake y Red Hat (las tres principales distribuciones para el escritorio de aquel entonces).
Esa situación se mantuvo mas o menos igual hasta 2004, año en que nació Ubuntu, y el panorama fué evolucionando hasta el estado de las cosas de hoy. Ubuntu es casi sinónimo de "Linux". Ubuntu es "la distribución recomendada" por expertos y amateurs a la hora de instalar un sistema GNU/Linux en una PC de escritorio. ¿Y que sucedió con las demás?
Bueno, Bryan Lundluke hizo un completo análisis basándose en estadísticas de Distrowatch (que, aclaro, tienen un amplio margen de error por la naturaleza del sitio, pero sirve a fines ilustrativos). Su conclusión es que Ubuntu le sacó un amplio porcentaje del mercado al resto. Hoy, está primera Ubuntu y atrás, el resto de su competencia (que poseen mas o menos todas el mismo porcentaje).
El juego, que alguna vez era diverso, competitivo, y pluralista, dió un giro de 180 grados; con una única distribución que tiene un gran porcentaje de (nuevos) usuarios, y el resto de las opciones peleando a lo lejos. Una única distribución que llega a la portada de los principales sitios de noticias más grandes del mundo. Y el resto, allí atrás, con una gran base de usuarios también, pero aparentemente sin la posibilidad de asomar un poco más la cabeza. Ubuntu hace sombra, y mucha.
Me pregunto entonces si Ubuntu vino al mundo para bien o para mal. Por un lado, podemos decir que su aparición fué benéfica para Linux, puesto que lo puso al alcance de miles de personas que no tienen (ni quieren tener) la más puta idea de para que sirve el comando ls. Por otro lado, su "grandeza" eclipsó al resto de sobremanera.
¿Ustedes que opinan? ¿Es Ubuntu realmente sinónimo de Linux? ¿Es el futuro de Linux? ¿O es el fin de la diversidad de opciones, tal como la supimos conocer en 2003?