martes, noviembre 30, 2010

Wikileaks y "El poder de Uno"


La noticia de la semana es la "filtración" de documentos secretos del estado Norteamericano por parte de Wikileaks. Sinceramente, si bien veía varios análisis relacionados con el tema en los últimos meses, nunca le presté mucha atención hasta el domingo, cuando comencé a ver el tema en la portada de los diarios. Lo que más me interesó del asunto es como los medios convirtieron el evento en dos noticias paralelas: "El papelón de los Estados Unidos" y "El fin de la privacidad". Sinceramente, creo que la noticia no es ninguna de las dos. Y aquí van mis fundamentos.

"El papelón de Estados Unidos" es la gran no-noticia. El imperio jamás fue fundado en la base de la diplomacia; ¡vamos! que todos sabemos que el poder se rige en otros términos. Prueba de ellos, es que a pesar de haber documentos que defenestrabana los principales primeros ministros Europeos, ellos ya están minimizando la situación. El papelón de Estados Unidos debe ser, en realidad, un gran cago de risa en el salón oval.

"El fin de la privacidad" otro cliché favorito de los medios de comunicación tradicionales. ¡La muerte de lo privado! ¡Cuidado con los celulares y el streaming! ¡Internet destruyó la vida privada! Por favor, no existe tal cosa como la muerte de la privacidad. Cada cual tiene el poder de seguir cuidando lo suyo celosamente. Así como existen herramientas para comunicar, existen herramientas para cuidar la información. La falla, aquí y en otros casos, es un componente humano y eso poco tiene que ver con Internet, la tecnología, la WikiWonka y la mar en coche.

El evento es importante, si, y merece nuestros ojos, oídos y atención. ¿Pero saben por qué? Porque nos recuerda "El poder de uno". Un tipo como Julian Assange; que ahora esta escondido en alguna parte del planeta tierra, y que tuvo la destreza táctica, social y técnica para poner en jaque al imperio mundial; al menos por algunos minutos. Sin meterme en un juicio de valor sobre lo que hizo Assange (no soy quien, ni tengo la capacidad para hacerlo), solo quiero valorar este tipo de eventos, que son verdadero recordatorio de que quien quiere, puede hacer grandes cosas... y en el mejor de las casos, buenas.