1. El navegador: ¡Dios mío que hemos hecho para merecer semejante engendro de la programación! ¡Ese bodoque más que un navegador es una chinche clavada en la ojota! Lento, tosco, con buena renderización pero con patética navegación scroll. El zoom es totalmente idiota (o sea, no es inteligente) y las fuentes son horribles, pocas veces respetan las originales. Safari le pasa el trapito y lo deja bien lustradito.
2. Instagram: Si bien Instagram es una de las aplicaciones que más uso en el iPhone, la elegí en representación de mil millones de otras aplicaciones que no están disponibles para Blackberry y que sus versiones "imitación" no llegan a alcanzar el nivel de usabilidad y practicidad de las originales. Hay realmente muy pocas aplicaciones de terceros para Blackberry que valgan la pena.
3. iPod: Nuevamente venimos con una funcionalidad fundamental. El reproductor de música de Blackberry cumple, pero es básico y cuando uno tiene grandes colecciones de música se complica tremendamente la navegación.
4. Configuración: Encontrar una opción para cambiar cualquier cosita del sisitema operativo es una odisea. Una pestaña en el ojo. Un dolor de muelas. Hay que "scrollear" por interminables menúes de texto escondidos en la sección de "Opciones", sin íconos, sin accesos rápidos. Admito que el sistema operativo es totalmente moldeable a nuestra medida, muy configurable, pero la estructura de esa sección es tan inusable, que imagino que mucha gente desiste de hasta cambiar el tema por defecto con tal de dejar de perder tiempo leyendo millones de opciones de menú. El panel de Preferencias de iOS es mucho más claro y simple.
5. Angry Birds: Simplemente, no concibo un teléfono celular que no pueda correr dicho juego. Suficiente he dicho.
Y el único punto de ventaja que le encontré a Blackberry OS frente a iOS es...
Conectividad: Si, el e-mail lógico. Pero no solo eso, las notificaciones de Twitter, Facebook, Google Talk (entre otras) son mucho mejores que esos globos horribles de iOS. Ahí Apple se tiene que poner las pilas y hacer algo un poco más práctico.
En fin, mi iPhone ya está de nuevo conmigo y el Blackberry lo continuo usando por cuestiones laborales. Tengo lo mejor de los dos mundos, aunque por un precio extremadamente caro: casi medio kilo de plástico y silicio en mis bolsillos cuando voy por la calle :P
