Al comienzo, eran solo algunos grupos editoriales los que se quejaban... se hablaba un poco de la "Internet Neutral"; pero la amenaza parecía bastante lejana. Hoy, son los grandes grupos editoriales del mundo los que, con el apoyo de gobiernos como el de Francia, están haciendo presión para "regular" la actividad de los usuarios en la Web; principalmente criminalizando muchas de las acciones que tienen algún tipo de relación con el acceso y la acción de compartir contenido.
Su bandera es la protección de los derechos de los artistas, cuando en realidad, lo único que hacen es proteger su negocio. Y no nos confundamos, el negocio de estos grupos nunca fue el arte, ni la cultura. Su negocio siempre fue la comercialización de permisos de acceso a contenidos con derechos de autor. Negocio que, durante décadas fue fácil de manejar, claro que si, dado que el contenido estaba protegido por el medio (uno salía a comprar un disco, un casette, una película o un libro porque el medio fisico era la única forma de acceder a ese contenido). Pero hoy, el contenido es "intocable", no depende de un medio y, gracias a Internet, es accesible para todos.
Proponen estrategias equívocas, sistemas de protección que probablemente nunca vayan a tener más éxito que el fiasco del DRM y leyes que hacen que cualquiera de nosotros pueda terminar preso simplemente por leer un libro, mirar una película o escuchar una canción. Presos por acceder a la cultura. Proponen estrategias retrógradas, cuando en realidad, lo que no pueden ver es que frente a sus ojos la era tecnológica les está dando la oportunidad de redefinir su negocio, y volver a ganar millones. Pero no, claro que no, estas compañías, estos gobiernos, están comandados por gente más acostumbrada a mirar al pasado, que al futuro.
La guerra por la Internet neutral recién comienza y probablemente libre muchísimas batallas. Será interesante ver todos sus intentos por convertir lo que hoy es abierto, democrático y neutral; en un ecosistema controlado por ellos, en pos de su beneficio económico. Mas no me cabe la menor duda de que sus esfuerzos serán en vano. El poder es y será de las personas, y no hay nada ni nadie que pueda evitar el maravilloso futuro que nos espera. Solo debemos mantenernos unidos, seguir haciendo oir nuestras voces y no dejar de responder a cada una de las demostraciones hostiles que se nos presenten.
Como escritor y productor músical, celebro la era en la que vivimos y aliento a otros artistas a que continúen adelante con sus emprendimientos. Somos nosotros los que ya estamos redefiniendo la industria, a pesar de los intentos dinosáuricos de "volver todo a los 90" de estos grandes grupos económicos.