Seguí el aterrizaje de la Curiosity sobre Marte en vivo y en directo vía streaming, como seguramente lo habrán hecho muchos de ustedes. Y no quería dejar de plasmar en palabras una una fascinación que experimenté al final de dicha odisea. Más allá de la inmensa ingeniería necesaria para poner en suelo marciano al Curiosity, yo sentí un momento revelador cuando me di cuenta que tenía frente a mi pantalla una imagen tomada minutos antes por un aparato que estaba en suelo marciano, a millones de kilómetros de distancia de mi planeta.
Reitero: La Curiosity llega a marte. Mira para un lado, para el otro, saca una foto, la manda por ondas de radio a la tierra. La NASA la recibe y la twittea inmediatamente. En cuestión de minutos, esa imagen estaba en mi pantalla. Desde Marte.
Cientos de años de imaginación, ciencia y fe nos permiten alcanzar estos logros, en los cuales el tiempo y el espacio prácticamente pierden su propia dimensión. Ésta era de la "velocidad de la información" es también la era de la "velocidad de las ideas". Y lo es para todos y cada uno de nosotros. Seamos conscientes de que tenemos la posibilidad de hacer grandes cosas, desarrollar nuestros proyectos y trascender gracias al esfuerzo de nuestra especie.