Si hay algo natural en los seres humanos es la necesidad de pertenecer a un grupo, el deseo de sentirnos parte de algo más grande y más importante que nosotros mismos nos da una identidad que trasciende las limitaciones propias que tenemos. En algunos casos defender esa identidad colectiva puede llegar a extremos en los que consideramos que cualquier referencia no lo suficientemente positiva hacia ese símbolo que nos une a otros es una perversa agresión hacia nosotros mismos y hacia todo lo que es bueno en este mundo; es en este punto en el que pasamos la línea que separa a los "aficionados", a los "simpatizantes" de los fanáticos "hooligans", y a los geeks nos es tan fácil ser un "Hooligan de Sistema Operativo" como a cualquier colectivero serlo de un club de fútbol.La realidad es que las empresas que están detrás de los Sistemas Operativos tienen una principal razón de ser y es la de "ganar dinero con su actividad". Las habrá unas más altruistas que otras, a algunas les interesa mucho lo que piensen los usuarios y a otras poco siempre que adquieran las licencias, incluso hay algunas que participan solamente con la finalidad de poder tener algún comunicado de prensa esporádico y aquellas que trabajan en el total anonimato, pero no hay ninguna que no tenga intenciones de lucrar con su actividad económica. En el ámbito tecnológico no existen los "buenos" ni los "malos". Muchas de las empresas mantienen políticas que se ajustan a determinadas convicciones ideológicas, pero más allá de su genuina convicción por que el elegido es el camino correcto no dudarán en cambiar totalmente esa ideología si las los vientos de la economía soplaran más fuerte del otro lado.
Sin embargo a los "Hooligans de Sistema Operativo" esto no les importa mucho. Ellos pelearán a capa y espada contra cualquiera que intente criticar el sistema operativo que han decidido elegir y en muchos casos son rehenes involuntarios de su propia tozudez. Aguantan las fallas de su Sistema Operativo sin quejas y buscan cualquier excusa para descalificar no sólo a los otros Sistemas Operativos sino a los propios usuarios de los mismos. Anuncian a viva voz las virtudes de su sistema como si trajeran la salvación a la humanidad y denuncian cada mínima elección de los "sistemas enemigos" como si fuese la encarnación de los males que azotan el mundo. Estos usuarios no eligieron un Sistema Operativo sino una religión a la que persiguen con fe ciega, y ellos son los paladines enviados a este mundo a testificar las bondades del sistema de sus amores. Jamás aceptarán que algún rasgo de otro sistema operativo es superior al propio, aunque se tratara del puntero del mouse que viene por defecto en el "enemigo" ni aceptarán la falla del sistema "propio" aunque les haya costado cientos de dólares en hardware provocadas por fallas en el software.
Estos usuarios son el peor virus que cualquier sistema informático pudiera contraer, no sólo porque no ven las fallas del propio sistema sino porque tampoco permiten que otros las vean ya que la respuesta a toda crítica es "¿Para qué quiero esa funcionalidad? Eso no sirve".
No es mi intención liberar a los "Hooligans de S. O." de su estado sino ponerlos en evidencia para que los que todavía no han caído en las garras de la intolerancia puedan reconocerlos y evitar engrosar sus filas. Mientras menos "Hooligans de S.O." tenga un sistema operativo determinado más fácil le será superarse, satisfacer plenamente a sus usuarios y monetizar su esfuerzo para hacer de su actividad un círculo virtuoso.
Peter Smile
