viernes, mayo 08, 2009

¿Es robo conectarse a una red Wifi sin cifrar?


Con la masificación de las tecnologías inalámbricas cada vez nos encontramos con más redes hogareñas con conexiones Wifi muchas de las cuales no tienen ningún tipo de cifrado ni filtro, lo que permite a cualquiera que esté a rango suficiente conectarse a la misma sin ningún tipo de impedimento. Más allá del problema de seguridad que pudiera implicar para el dueño de la red, existe un problema ético a la hora de conectarnos a ellas para utilizar su conexión a internet: ¿Es robo de banda ancha?.

La primer respuesta a esta pregunta suele ser afirmativa, pensamos que el vecino no sabe que debería cifrar su conexión para evitar que cualquiera pueda robarles la preciada banda ancha por la que abona religiosamente una suma determinada. Cuando nos abusamos de la falta de conocimiento suficiente de quién ha instalado un sistema con el fin de beneficiarnos perjudicando a otro estamos obrando mal, en este caso robando.

Pero esta primer respuesta no solamente es apresurada sino que no considera todos los posibles escenarios. Aquel en que quien ha liberado la red a su suerte lo ha querido así, no porque no sepa cómo cifrarla sino porque realmente quiso compartirla con sus amigos y vecinos, como rápidos ejemplos pienso en bares, shoppings y entidades de gobierno; instituciones que consideran que esa conexión inalámbrica es parte del servicio que brindan y por el cual no piden ningún tipo de pago, está ahí para que todos los que estemos al alcance la usemos. Existen también casos como los de la comunidad FON y otros grupos de usuarios menos conocidos que comparten libremente su conexión a internet excedente para que cualquiera que esté cerca pueda utilizarla como le plazca.

Ahora, esto nos lleva a una segunda reflexión: Si algunos usuarios comparten su conexión a internet voluntariamente con quién quiera usarla y otros son víctimas de su propia ignorancia ¿Cómo diferencio entre unos y otros?. En derecho existe como principio jurídico que "nadie puede alegar la propia torpeza", es decir que nadie puede justificarse bajo pretexto de no haberse dado cuenta o de simplemente no haber tenido los conocimientos técnicos suficientes ya que si alguien no sabe cómo hacer algo es su propia responsabilidad buscar a alguien que sí sepa para que lo haga por él. Por lo tanto, la respuesta a la segunda pregunta parece bastante simple: Si la red no tiene ningún tipo de cifrado podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que el dueño de la red lo ha querido así y por lo tanto ha dispuesto generosamente que cualquiera que esté dentro del alcance utilice los recursos de su red libre y responsablemente; y por lo tanto no es robo de banda ancha sino la simplemente la utilización de un servicio brindado gratuitamente por un otro.

Peter Smile