Mientras lo veía decía "al fin, esta gente está empezando a pensar al sistema operativo en función de los contenidos de todos los días, más que de las aplicaciones de siempre". Un sistema claramente inspirado para ser usado con interfaces táctiles (tablets, principalmente) en el que el contenido es la estrella. Fotos, canciones, videos, información descargada de la nube, todo está disponible de forma suave e instantánea a los gestos de los dedos... ¡muy bien!
Hasta que vi la verdad de la milanesa. "Windows 8 también puede ejecutar aplicaciones antiguas" dice el conductor del video y de repente, ¡zas! aparece la vieja y horrenda interfaz tradicional de Windows, con su ya precaria barra inferior de aplicaciones y las mismas ventanas, botones y paneles de años. Entonces entendí, esto que nos están vendiendo por Windows 8 no es una renovación total del sistema operativo, sino que viene a ser algo asi como un entorno operativo. Si, entorno operativo. Esa palabra que no usamos desde Windows 3.0 ¿se acuerdan?
Una pena. O en realidad, ojalá me equivoque... porque la idea es buena, pero si vamos a arrastrar la vieja estructura de Windows eternamente (como alguna vez pasó con DOS), es una pena.
Al margen, quiero destacar otra cosa; y es que claramente Windows 8 está inspirado en Windows Phone 7; al igual que el pronto a ser presentado Mac OS X Lion está inspirado en iOS. Ya no se fabrican equipos de mano que intentan emular la usabilidad de una desktop, sino que son los dispositivos móviles los que están marcando tendencia en la forma en la que interactuamos con la tecnología de escritorio. ¿Interesante no?