viernes, noviembre 14, 2008
La más pequeña de The Kyoto Connection alcanzó los 21
Algunos se andarán preguntando en donde ando hoy, bueno, les cuento rápidamente que me "tomé el día" para pasarlo junto a mi novia Jesica.
Hoy es su cumpleaños número 21, y me pareció una excelente oportunidad para hacerle mi "saludo público", y al mismo tiempo contarles un poco la historia que es más que interesante (al menos, para mí).
Conocí a Jesica hace mas o menos un año, en medio de las sesiones de grabación de The Kyoto Connection II. Ella se apareció con su violin, un manojo de nervios por encarar un proyecto tan diferente a lo que ella venía haciendo, y mucha pasión por sumarse a un proyecto que, desde el vamos, había sido concebido con mucho entusiasmo.
Ella vino un sabado, de la mano de un músico amigo. Escuchó la música y me dijo "lo estoy imaginando, va a estar bueno". Para dentro mío pense : "bueno, ahora se va a llevar la música a su casa, tardará un par de semanas en componer los arreglos y luego me llamará por teléfono para avisarme que ya esta todo listo para grabar". Cuan equivocado estaba yo, y que rápido me dí cuenta cuando recibí su llamado el Miercoles de ésa misma semana, a las 11 de la noche, en el que me decía que ya había preparado los arreglos para "Painting With Lights". ¡Wow me dije, que velocidad!
El domingo de esa semana estabamos grabando los arreglos. Y, rápidamente me sorprendió la velocidad con la que había podido concretar ideas tan creativas que estaban en su cabecita, pero querían quedar grabadas en el multipista.
La sesión duró un día completo y fué más que suficiente para entender que su violín era el condimento ideal para mis canciones. "Tu violín le da vida a mi música" le dije yo luego de haber pasado varias horas mezclando Painting With Lights y, comparar la versión sin violín con la versión que incluía sus arreglos.
El resto de las sesiones de grabaciones eran similares, algunas un poco más intensas que otras. Ella venía y me decía "tengo muchas ideas!" y yo le creaba treinta o cuarenta pistas para grabar. Y de su violín emanaban arreglos y sonidos que admito que en ese momento no entendía bien. Pero, luego, cuando trabajaba en la mezcla, descubría que todo encajaba perfectamente; y eso se debe probablemente a que ella tenía en su cabeza una concepción final del sonido de la canción que yo aún no tenía.
La admiro, no solo por su capacidad creativa (ha logrado cosas musicalmente que jamás se me hubieran ocurrido a mi), sino por sus ganas de crecer, su esfuerzo, su lucha y, sobre todo, su buena onda. Es la lucecita del grupo.
Y, evidentemente, entre cosas y cosas nos enamoramos... pero esa es otra historia que algún día les voy a contar tambien.
Alzo la copa para festejar su cumpleaños, y compartir mi alegría con ustedes de haberla conocido. Podrán verla en vivo desplegando toda su magia musical el próximo Domingo, o en cualquiera de las fechas venideras de The Kyoto Connection.
¡¡¡¡Feliz cumpleaños Jesica!!!!