Nació la tendencia del tiempo real, y un día, gritarle al mundo "Que estoy haciendo", "Que pasa" o "Que estoy pensando" se volvió moda. Al principio, uno gritaba "estoy en el baño!" e inmediatamente todos le respondían "¡buen viaje!" "¡que te sea leve!" "¡saludos a los parientes del interior!"... ¡Wow! ¡cuanta participación! El juego se volvió cada vez más divertido, y más y más personas se sumaron a la iniciativa.
Facebook, Twitter, Friendfeed, Buzz... miles de espacios para gritar "que estoy haciendo", con millones de personas exclamando alaridos para hacerse un lugarcito en este universo tan ruidoso. Hoy las personas viven su propia "película virtual"... emitiendo, en su gran mayoría, todo tipo de mensajes increibles: Hoy todos comen la mejor comida en los mejores lugares, compraron la mejor remera de la marca Top, se encontraron con la persona más cool del universo a tomar un café en Starbucks. Todos son, ahora, los protagonistas de sus propias películas de Hollywood. Basta con pasearse por algunos perfiles de Facebook o de Twitter para descubrirlo rápidamente. Y, con la experiencia que tengo encima, a muchos les creo que viven sus vidas de Hollywood, y a otros... no.
Ahora bien, todos Roberts Deniros y Julias Roberts... ok, cada cual que publique lo que quiera y viva la vida que quiera. Pero...¿Quienes son los espectadores? ¿quedan espectadores? ¿hacia donde va todo esto?
Creo yo, que aún no llegó a su punto crítico, hay contenido basura para rato. Pero cuando llegue, solo aquellos que tengan algo realmente interesante para contar son los que van a sobrevivir; el resto, continuará emitiendo su propia película en salas de cines vacías, o desistirá de hacerlo.
(Este es un pensamiento de colectivo que tuve camino a la oficina. Cambio y Fuera)
