A raíz del anuncio del premio Nobel de Física para Englert y Higgs por "la partícula de Dios", vi que se sucedieron una serie de discusiones en las redes sociales a favor y en contra de la utilización del término "partícula de Dios" para hacer referencia al objeto de estudio. Esto obviamente puso nuevamente en foco la eterna y estúpida discusión "Ciencia vs Religión" a la cual ya estamos acostumbrados, pero no quería dejar de plasmar por aquí mi humilde opinión al respecto. Y luego me gustaría conocer la de ustedes.
Inicialmente creo que, esta postura de oponer la ciencia contra Dios es, cuanto menos, ingenua. Pero vamos a empezar por el principio:
- Propongo no caer en la trampa de imaginar un Dios personal, el señor de barba larga y pelo blanco que nos mira desde el cielo y controla todo lo que hacemos no es más que un recurso ejemplificador que utilizaron las diversas religiones del mundo para desarrollar la espiritualidad. En palabras sencillas, es un ejemplo que sirve para explicar un montón de cosas, pero no todas. Creer que está "corporizado" y flotando allá arriba, quizás al lado de la estación espacial, es cuanto menos, ingenuo.
- Propongo no caer en la trampa de creer que la ciencia tiene la capacidad de describir la totalidad del universo. Todo lo que sucede es infinitamente dinámico, y lo sabemos. Lo que hace la ciencia con sus métodos humanos (infinitamente limitados) de estudio, es "como simplificar esa dinámica en una hoja de papel cuadriculado", de forma tal que nuestras pequeñas mentes puedan comprender un poco más acerca de todo lo que somos, y lo que nos rodea. Bajo este planteo, creer que "ciencia mata Dios" es, cuanto menos, ingenuo. Simplemente no tenemos la suficiente información para afirmarlo, y probablemente nunca la tengamos.
Pero entonces sobreviene la obvia pregunta... ¿qué es Dios? ¿quien es Dios? ¿y donde está? Los grandes místicos de las diversas religiones concluyen que el camino más acertado para descrubrir a Dios, es por la negativa (Dios -no- es esto, -tampoco- es aquello, Dios -no- está arriba, -tampoco- abajo, etc.); a Dios no se lo puede describir en palabras, porque es más grande que las palabras y escapa a toda objetivización. Creer que con palabras, podemos explicar lo infinito es, cuanto menos, ingenuo. Y los sabios, dicen que a Dios se lo experimenta, no se lo explica. Pero... ¿hay que ser un iluminado para entender esto? No lo creo, simplemente creo que hay que abrir los ojos a todo lo que pasa a nuestro alrededor para descubrir que -sí- hay una "inteligencia trascendental". Creer que el diseño de la mano humana, el de los árboles que reciclan nuestro aire o del Taraxacum officinale ("Diente de León" o "Panadero") que utiliza la fuerza del viento para transportar su semilla de un lado al otro es puro accidente (natural, pero accidente al fin) es, cuanto menos, ingenuo. Y aún así, ¿podríamos definirlo categóricamente? Bueno si, podríamos, pero no estaríamos haciendo ciencia porque no tenemos datos contundentes que demuestren que todo es un gran accidente. ¿Me explico?
Acepto y respeto que alguien me diga que no cree en Dios. Pero cada vez que alguien me dice que no existe un Dios (o una inteligencia trascendental), le pido que me lo compruebe. Porque me parece una postura cuanto menos, ingenua. ¿Entienden?
-"Ok, vos no hablás de un Dios personal, pero las religiones construyeron una imagen falsa de Dios que no le hace bien a la gente. Yo decido no creer"- Podés llegar a estar pensando, y lo acepto y lo respeto. Pero sabé que lo que las religiones hicieron, con sus limitaciones y sus errores, es tratar de construir un puente entre el ser humano, cada vez más sometido por su propia psique, y la infinitud de lo que sucede, la inteligencia trascendental. Y sin religiones, no habría desarrollo espiritual. Y sin espiritualidad, bueno, en lo personal creo que la vida es chata...
La religión busca el desarrollo espiritual generalmente, por el camino de la sustracción, de la austeridad, de la simpleza, "del despojo de todo lo que sobra" para que el hombre se encuentre con su esencia, oculta tras un manto de distracciones. La ciencia busca explicar lo que nos sucede generalmente, con palabras, ecuaciones, números, esquemas, máquinas y pantallas. ¿Lo ven? Una va para un lado (restando), la otra va para el otro (sumando). Son dos cosas absolutamente diferentes. ¿No es ingenuo enfrentarlas?