Desde el punto del "ego", tu organismo es una clase de vehículo en la que vos andás de acá para allá por la vida. Pero desde el punto de vista físico, tu organismo es un patrón de actividad constante, de movimiento, en el universo completo. Y allí donde mires, hay un patrón activo.
Por ejemplo, si vemos una mesa, podemos preguntarnos "¿Está hecha de madera, o de aluminio?". Pero, entonces, cuando nos preguntamos "¿es eso madera o aluminio?" Lo único que un científico nos puede decir es como es la estructura molecular de esos materiales, en definitiva, como son sus patrones; cual su "movimiento" molecular. Y una estructura molecular no es una descripción de como que está hecho ese material. Es una descripción de que "danza" está sucediendo en ese material. Que movimientos, que clase de sinfonía ejecuta.
Porque básicamente, todos los fenómenos de la vida son musicales. Y el oro se diferencia de la madera, en exactamente la misma forma en que el Vals se diferencia de la Polka. Es una danza diferente.
Y así es como podés llegar a darte cuenta de que tu existencia no es solo la de una pequeña criatura sin esperanza que se enfrenta a una gigantesca estructura que le azota y se la come… Cada pequeña cosa que existe, cada pequeña fruta o mosca, cada bacteria es una danza sobre la cual el universo completo depende. Y así como cada pequeño organismo danzante depende del gran entorno danzante, el reverso es también cierto. El gran entorno depende de cada pequeño organismo. Entonces podemos decir que el Universo consiste en un arreglo de patrones danzantes, en el que cada evento es esencialmente el todo.
Ahora, tendemos a olvidarnos de esa idea en nuestra consciencias, como tendemos a quitarle importancia a la percepción del espacio en nuestra realidad. Así como prestamos atención a las figuras, y nos olvidamos de su fondo, lo que hay atrás de ellas - que es en definitiva lo que nos permite identificarlas de otros objetos. Tenemos una forma de ver las cosas, en las cual el organismo es muy frágil… porque solo vemos el individuo, pero no estamos atentos a su entorno.
Y el entorno es como la foto en un diario. Funciona porque está compuesto por muchos puntos pequeños. Cuando lo mirás de lejos, ves la cara. Cuando te acercas, ves que todo está arreglado en puntitos de diversos tamaños, espaciados entre sí. En el que lo grande depende de lo pequeño y lo pequeño de lo grande. Así que cada vez que veas algo, intenta cambiar tu punto de vista. Intenta poner tu atención a todas las cosas que pensaste que no eran importante. Al fondo. A los espacios. Al entorno. Y empezá a mirar el espacio entre las personas.
Vas a descubrir algo maravilloso: Lo mismo sucede con la música: Es solo por el intervalo entre tonos, los silencios que hay entre ellos, que podemos escuchar una melodía.
Sin los intervalos, todas las notas son iguales, no escuchamos ninguna melodía. Necesitamos escuchar lo vació para poder apreciar la música. Entonces, la vida es una danza de patrones. El universo completo es musical. Y si queréis apreciarla y disfrutarla preguntate… ¿Cuales son los intervalos entre la gente? ¿Los espacios? ¿Lo no dicho? ¿Lo que es tácito? ¿Lo que es implícito en lugar de explícito? Ahí empezás a conectarte con la música del universo…
-- Alan Watts (traducción libre)