viernes, abril 01, 2016

¡Apple, no te me enfríes!

Prendo mi vieja iBook G3 con Mac OS 9.2.2 y la máquina me da la bienvenida con una sonrisa (literal). Tanto el sistema operativo como sus aplicaciones me proponen el clima de calidez y cercanía que tanto me sedujo durante tantos años utilizando equipos de Apple. La paleta de colores, los efectos de sonido, la usabilidad de las herramientas, todo es muy amigable, todo es muy "feliz". Lo mismo me sucede cuando enciendo mi viejo iPhone 3Gs y juego con algunas de sus aplicaciones.

Hoy, en el aniversario 40 de la manzanita, me es inevitable observar el presente y descubrir que esa "calidez" poco a poco se ha ido disipando, dando lugar a una experiencia de uso mucho más distante y despersonalizada. Ojo, estoy escribiendo esto desde mi Macbook Pro con "El Capitan", tengo mi iPhone 6S conectado al lado... estoy actualizado, si, pero ambos dispositivos me resultan un tanto frios, distantes, poco amigables. No los siento parte de mi mundo, no son mis compinches. No es una cuestión técnica, es pura sensación, pura emoción, y es muy dificil de explicar en palabras. Quienes vengan de la vieja escuela, seguramente me entenderán.

Siento que Apple se ha convertido poco a poco en una compañía alemana. Sus diseños son impecables pero... ¿su espíritu? ¿alguién me puede explicar donde quedó?