martes, noviembre 26, 2013

Ponele nombre a un asteroide

Nuestro amigo Julio Aprea nos manda esta convocatoria genial para ponerle nombre a un asteroide. ¡Apuren a participar que queda poco tiempo!


miércoles, noviembre 06, 2013

"Lo malo de trabajar en comunicación, es que descreés de todo"

... escribí en Twitter hace un tiempo y viendo la repercusión que tuvo esta frase, me pareció que en algún momento estaría bueno desarrollar un poco más el tema. Bueno, llegó ese momento.

Partamos de la base de que nuestras vidas está rodeadas de lo que yo llamo "historias diseñadas". Esto significa que allí a donde miremos, hay algo que nos quiere estimular, que pretende hacernos experimentar una historia, y que fue diseñado por alguien. Por ejemplo, el diseño de nuestro departamento (probablemente alguien lo haya trazado en base a la "experiencia de vida" que pretendía que sienta quien habitara el lugar), el ambiente de un restaurant (diseñado en base al momento que se quiere generar mientras se come), el diseño de nuestras ropas (para hacernos sentir "cancheros", "serios" o "importantes", etc.), la música que suena en la radio (diseñada para estimular nuestras emociones), los carteles publicitarios (diseñados para captar nuestra atención y vendernos lo que sea) e infinitos etcéteras.

Las marcas y los medios de comunicación se dieron cuenta de esto hace muuucho mucho tiempo. Pero eso no es todo. También se dieron cuenta de que al mecanismo de "ego" de nuestro cerebro, le encanta ser el protagonista de esas historias. La formula no falla. "Construyamos una buena historia con la cual la gente se sienta identificada, y vendemos... ¡lo que sea!" Efectivamente es así, la sociedad de consumo es la clara demostración de que esta formula funciona.

Yo trabajo en comunicación, y también construyo historias. Entonces me cuesta involucrarme "inocentemente" en muchas de ellas, simplemente porque ya conozco el truco:

Hace poco fue época de elecciones en mi país. Radio y TV inundadas de avisos de los diferentes candidatos políticos. No le creí a ninguno. Cada vez que veía o escuchaba un spot, detectaba las palabras que habían sido puestas "a diseño" para construir la historia que ellos querían que yo me crea. Podía imaginar a los guionístas discutiendo "mejor hablemos de la [palabra clave] igualdad de derechos, eso siempre funciona acá".

Cada vez que veo una publicidad de un nuevo auto, detecto la misma combinación: una escena en la que hay un hombre, moderadamente joven, económicamente establecido, probablemente bien parecido, con una mujer hermosa al lado, transitando por una ruta espectacular. El auto luce increíble, pero luego de mirar el comercial me imagino que cuando el protagonista terminó de filmar, se calza una joggineta y se va a tomar mate a su monoambiente (vamos, es un desconocido actor de comerciales, ¿cuánto puede ganar?).

Un ejemplo más. ¿De que creen que se trata cuando entran a un Starbucks y el cajero les pide el nombre para escribirlo en el vaso y que luego puedan llamarlos por su nombre cuando el pedido está listo? ¡De hacerlos sentir protagonistas de la historia! ¡Claro que si!

Y eso también lo podemos llevar al plano social. A veces voy a reuniones en empresas "importantes" donde todo el mundo está disfrazado de traje, y me reciben en una fría sala de reuniones en donde me invitan a sentarme a un costado de la mesa. Las conversaciones generalmente suelen ser muy superficiales, las risas forzadas, muchas miradas de reojo y como yo ya entro sabiendo que es todo parte de una "historia", un "montaje escénico", trato de ir rápidamente al tema que me compete para concretar lo que sea que haya que concretar (sabiendo que estoy en medio de un ambiente diseñado para hacerme sentir que estoy frente a gente importante) e irme a hacer mis cuestiones.

Nosotros también construimos historias todo el tiempo. Dicen que los sueños son sólo imágenes sin mucho sentido, y se convierten en historias cuando se los contamos a alguien (nos encanta contar sueños porque nosotros somos los protagonistas de esas historias). O cuando nos "ponemos lindos" para ver a otra persona, queremos generar una impresión, que puede ser fiel o no a la realidad, pero definitivamente nos "disfrazamos" y hacemos nuestro personaje.

Cuando nos damos cuenta de todo esto, sobreviene la paranoia. Si todas son historias diseñadas, todas "quieren algo de mi"... ¿hacia donde escapo?. Empezar a descreer de todo lo que sucede a nuestro alrededor es, cuanto menos, triste... y hasta peligroso. ¿Qué hacer entonces?

Primero, creo que hay que ser muy conscientes y asumir esta realidad. Y segundo, tener la cabeza despierta para decidir que historias queremos creer (aún sabiendo que son historias diseñadas) y cuales no. Porque "jugar a que me la creo", puede ser divertido, y hasta beneficioso. Decidir jugar solo en los juegos que nos parecen adecuados, nos pone en una posición de "ventaja" frente a los que están jugando a ciegas en todas las historias que les presenta la vida. Decidir jugar, sabiendo que se trata de un juego nos quita una mochila de presiones, y al mismo tiempo allana el camino para cualquiera que vaya a ser el desenlace.

El tema es para discutirlo largo y tendido, ¡por lo que definitivamente me gustaría conocer vuestras opiniones! Ahora los dejo porque recién vi en un comercial de Coca-Cola, que al momento de destapar una botella la frescura marina se apodera de mi... y si bien sé que luego de tomar la coca volveré a tener calor y mi panza estará inflada, estoy dispuesto a pagar ese precio por un ratito de burbujeante jarabe en mi boca.

martes, octubre 08, 2013

Ciencia vs Dios, el debate que lleva hacia ningún lado.

A raíz del anuncio del premio Nobel de Física para Englert y Higgs por "la partícula de Dios", vi que se sucedieron una serie de discusiones en las redes sociales a favor y en contra de la utilización del término "partícula de Dios" para hacer referencia al objeto de estudio. Esto obviamente puso nuevamente en foco la eterna y estúpida discusión "Ciencia vs Religión" a la cual ya estamos acostumbrados, pero no quería dejar de plasmar por aquí mi humilde opinión al respecto. Y luego me gustaría conocer la de ustedes.

Inicialmente creo que, esta postura de oponer la ciencia contra Dios es, cuanto menos, ingenua. Pero vamos a empezar por el principio:

- Propongo no caer en la trampa de imaginar un Dios personal, el señor de barba larga y pelo blanco que nos mira desde el cielo y controla todo lo que hacemos no es más que un recurso ejemplificador que utilizaron las diversas religiones del mundo para desarrollar la espiritualidad. En palabras sencillas, es un ejemplo que sirve para explicar un montón de cosas, pero no todas. Creer que está "corporizado" y flotando allá arriba, quizás al lado de la estación espacial, es cuanto menos, ingenuo.

- Propongo no caer en la trampa de creer que la ciencia tiene la capacidad de describir la totalidad del universo. Todo lo que sucede es infinitamente dinámico, y lo sabemos. Lo que hace la ciencia con sus métodos humanos (infinitamente limitados) de estudio, es "como simplificar esa dinámica en una hoja de papel cuadriculado", de forma tal que nuestras pequeñas mentes puedan comprender un poco más acerca de todo lo que somos, y lo que nos rodea. Bajo este planteo, creer que "ciencia mata Dios" es, cuanto menos, ingenuo. Simplemente no tenemos la suficiente información para afirmarlo, y probablemente nunca la tengamos.

Pero entonces sobreviene la obvia pregunta... ¿qué es Dios? ¿quien es Dios? ¿y donde está? Los grandes místicos de las diversas religiones concluyen que el camino más acertado para descrubrir a Dios, es por la negativa (Dios -no- es esto, -tampoco- es aquello, Dios -no- está arriba, -tampoco- abajo, etc.); a Dios no se lo puede describir en palabras, porque es más grande que las palabras y escapa a toda objetivización. Creer que con palabras, podemos explicar lo infinito es, cuanto menos, ingenuo. Y los sabios, dicen que a Dios se lo experimenta, no se lo explica. Pero... ¿hay que ser un iluminado para entender esto? No lo creo, simplemente creo que hay que abrir los ojos a todo lo que pasa a nuestro alrededor para descubrir que -sí- hay una "inteligencia trascendental". Creer que el diseño de la mano humana, el de los árboles que reciclan nuestro aire o del Taraxacum officinale ("Diente de León" o "Panadero") que utiliza la fuerza del viento para transportar su semilla de un lado al otro es puro accidente (natural, pero accidente al fin) es, cuanto menos, ingenuo. Y aún así, ¿podríamos definirlo categóricamente? Bueno si, podríamos, pero no estaríamos haciendo ciencia porque no tenemos datos contundentes que demuestren que todo es un gran accidente. ¿Me explico?

Acepto y respeto que alguien me diga que no cree en Dios. Pero cada vez que alguien me dice que no existe un Dios (o una inteligencia trascendental), le pido que me lo compruebe. Porque me parece una postura cuanto menos, ingenua. ¿Entienden?

-"Ok, vos no hablás de un Dios personal, pero las religiones construyeron una imagen falsa de Dios que no le hace bien a la gente. Yo decido no creer"- Podés llegar a estar pensando, y lo acepto y lo respeto. Pero sabé que lo que las religiones hicieron, con sus limitaciones y sus errores, es tratar de construir un puente entre el ser humano, cada vez más sometido por su propia psique, y la infinitud de lo que sucede, la inteligencia trascendental. Y sin religiones, no habría desarrollo espiritual. Y sin espiritualidad, bueno, en lo personal creo que la vida es chata...

La religión busca el desarrollo espiritual generalmente, por el camino de la sustracción, de la austeridad, de la simpleza, "del despojo de todo lo que sobra" para que el hombre se encuentre con su esencia, oculta tras un manto de distracciones. La ciencia busca explicar lo que nos sucede generalmente, con palabras, ecuaciones, números, esquemas, máquinas y pantallas. ¿Lo ven? Una va para un lado (restando), la otra va para el otro (sumando). Son dos cosas absolutamente diferentes. ¿No es ingenuo enfrentarlas?

viernes, agosto 09, 2013

TU-TU: La revolución de las bocinas inteligentes

Maravillosa idea de mi amigo Sebastián Tedesco: "Tu-Tu es una bocina inteligente que además de emitir sonido, escucha y responde con sonidos que, aparte de cumplir la función de llamar la atención, generan relaciones armónicas con el resto de los sonidos creando de esta manera nuevas y diferentes masas sonoras, grandes sinfonías urbanas que, en la medida en que se adopte Tu-Tu en los vehículos, serán cada vez mas sofisticadas."

miércoles, julio 24, 2013

Wonderland: Creatividad VS Dinero

Excelente corto-documental (en inglés) armado con entrevistas a creativos que viven de hacer lo que aman. Si estás constantemente en una puja interna entre lo que te da dinero, y lo que te gusta... no dejes de mirarlo.

 

jueves, junio 27, 2013

La Cultura Libre: El camino para trascender el tiempo y el espacio.

Cuando comencé con el proyecto The Kyoto Connection, hace poco más de seis años, tomé la decisión de que iba a "regalar" la música, publicándola con una licencia de cultura libre (Creative Commons) para que la gente la pueda descargar libremente desde la Web. Muchas personas me decían que estaba tomando una decisión estúpida, que debía acudir a una discográfica y cobrar por mi trabajo musical... y a todos, siempre me resultó muy difícil explicarles cuales eran mis aspiraciones con respecto a ese aspecto creativo de mi vida. Creo que hoy puedo explicarlo desde la experiencia, y desde un sentimiento de "misión cumplida" que puede servir mucho a quienes tengan aspiraciones similares.

Lo explico brevemente. Todo creativo quiere que su trabajo sea visto y disfrutado. Y ese es mi caso. Nunca me consideré un músico profesional, nunca proyecté mi futuro en base a "vivir de la música"; sin embargo descubrí en un momento de mi vida que hacer música, desde el rol de la producción, es algo que me apasiona de sobremanera. Por eso me puse a producir música que siempre quise que otros puedan escuchar y disfrutar. Mi única aspiración con The Kyoto Connection (y con todos los otros proyectitos musicales de los cuales participe y participo) era que llegue a la gente, a la mayor cantidad posible. Que el mensaje que yo quería transmitir desde la obra se convierta en una fuerza que movilice... "lo que sea" del otro lado. Compartir mi música para que la gente la descargue libremente siempre me pareció la forma ideal de generar muchas oportunidades de "movilizar"; en un mundo en el que ya casi nadie paga por la música, por lo cual confiar en una discográfica me parecía una trampa.

Mi último disco, Wake Up, lanzado hoy hace exactamente un mes, cuenta ya con más de 13.000 descargas. En total, el proyecto The Kyoto Connection en sus seis discos publicados, cuenta con más de 100.000 descargas en todo el mundo. Por las estadísticas que me dan las plataformas de música libre, y lo que yo mismo fui descubriendo, aprendí que:
No hay un sólo día en el que no suene una canción de The Kyoto Connection en alguna parte del planeta. 
Hoy, de hecho suenan varios temas cada día. Y hay temas de The Kyoto Connection en todos los rincones del mundo. Se imaginan que saber que la obra de uno vive por si misma, siempre y a pesar de mi mismo, es una gran satisfacción personal... es saber que el mensaje vuela, llega, y genera cosas. Es saber que mi misión está cumplida.

La música publicada como Cultura Libre genera cosas todo el tiempo, a diario recibo peticiones para usar la música en eventos, documentales, videos de Youtube, radios, etc. A todo siempre agradezco y digo que si. Porque es mi manera de mantener viva la llama de aquello que tengo para decir. Es mi forma de trascender el tiempo y el espacio. Y además porque disfruto muchísimo viendo las obras que se generan a partir de lo que yo alguna vez hice.

Entiendo que el dinero sea un gran motivador de muchas personas que tienen algún tipo de destreza artística... no es mi caso. Si el fenómeno genera algo en esa dirección, no lo voy a despreciar, pero mi norte siempre fue trascender. Trascender las fronteras del tiempo y el espacio. Que mi mensaje vuele y perdure. Y compartir mi música libremente fue la mejor decisión que pude haber tomado para lograr ese objetivo.

Siempre creí que la música está en el aire... y nos trasciende a nosotros mismos. Siento que como productor, soy un simple intermediario de un mensaje que siempre estuvo flotando, y yo lo convertí en música que al publicarla libremente, la solté como a una paloma para que vuele y siga su camino natural. Al compartirla, la música ya no es mía... es del mundo. Pero la felicidad de verla volar, no tiene precio.

martes, junio 25, 2013

Steve jOBS Trailer Subtitulado

Sale el 16 de Agosto y ya tiene malas críticas en las redes, pero pienso ir a verla igual. No me parece tan mala la interpretación de AK... al menos en éste trailer.