lunes, noviembre 30, 2009

Maqueros y linuxeros boicotean una campaña de Windows 7

Microsoft quiso aprovechar el tirón de Twitter y el poder de la participación en tiempo real organizando una campaña de promoción de Windows 7 que constaba de una gran pantalla ubicada en una populosa tienda en la 5ta Avenida, en plena ciudad de Nueva York. La idea era bastante sencilla y ya la venimos viendo bastante replicada en estos últimos tiempos, desde campañas de promoción en la transmisión de determinadas cadenas americanas de TV, hasta ejemplos en la vida real como lo es el de este caso. Todos los usuarios de Twitter que así lo desearan podrían mostrar sus mensajes enviando sus saludos y deseos para estas próximas fiestas utilizando el hashtag #HolydayWindows. Los mensajes serían vistos por miles de personas que transitan diariamente la concurrida tienda.

El problema comenzó cuando miles de usuarios y fanáticos de Mac y Linux se enteraron de la iniciativa y aprovecharon la oportunidad para boicotear la pretendida promoción del OS de Microsoft. Fue así como, utilizando el hashtag adoptado para la campaña, comenzaron a enviar mensajes del tipo "comprate una Mac... Felices fiestas!" o el contundente "feliz pantallazo azul!"

Más allá de las preferencias personales en cuanto a sistemas operativos, creo que el boicot era algo muy fácil de hacer y que se veía venir. Pero no por eso hay que quitarle mérito a la repidez con la que reaccionaron. Así que... ¡a tomarlo con humor! No siempre es buena idea el uso de Twitter y de servicios en tiempo real para promocionar un producto. Sobre todo cuando se trata de productos que pueden generar determinados fanatismos y rechazos.

¿Qué piensa de Google Wave el creador de GMail?


Si algo tengo que reconocer es que desde que probé por primera vez el servicio de correo de Google, GMail, quedé absolutamente cautivado por su facilidad de uso y por su maravillosa interfaz. Es una claro ejemplo del poder de lo minimalista y lo simple en cuanto a interfaces. Después de eso ya no hubo vuelta atrás y cada vez que intento volver a algún cliente de correo de escritorio desisto porque no encuentro las opciones y posibilidades que me da la poderosa interfaz web de GMail.

Paul Buchheit es nada menos que el creador y desarrollador principal de, entre otras cosas dentro de los laboratorios de Google, GMail y su característica interfaz. Irónicamente, no había tenido posibilidad de probar el flamante y controvertido nuevo producto de la compañía, Google Wave. Eso que tantas discusiones e incertidumbres ha generado entre el reducido grupo de usuarios que pudo acceder a una invitación para probar el servicio.

Básicamente y a pesar de que cree que Wave es "un concepto inteligente y lleno de ideas interesantes", saca algunas conclusiones que no deberían pasar desapercibidas teniendo en cuenta su historial:

  • Las comparaciones entre Wave y Facebook o Twitter no tienen ningún sentido. No se trata de una nueva red social sino de una nueva herramienta de productividad. Algo así como una fusión entre Google Docs y GMail.
  • Le hace falta más refinamiento. Necesita ser trabajado aún más. No todas las buenas ideas llegan a producción y muchas veces esto sucede porque no se logra encontrar una interfaz lo suficientemente sencilla y usable para el usuario final. Hay ideas que suenan muy bien pero en la práctica implican tanta complejidad que no son usables. Es preferible concentrarse en aquellas características que sean altamente usables. Minimalismo puro. El resto necesita tiempo y trabajo para madurar.
  • El hecho de estar ante una versión de prueba hace que los conceptos sean bastante confusos. Pero al mismo tiempo permiten que un grupo considerable de usuarios los ponga a prueba.
  • La interactividad que permite Wave es al mismo tiempo lo más intrigante y problemático de esta nueva herramienta. Una conversación tiene que ser lineal para que sea comprensible. Wave rompe con este esquema ya que permite a cualquier usuario acutalizar y contestar en cualquier parte de un wave. Y además las actualizaciones se hacen en tiempo real, lo que suma confusión al flujo cronológico. En este sentido, sugiere una aproximación más parecida a cualquier interfaz de chat, con cajas autocontenidas y en órden cronológico.
Y como conclusión repite una frase que tanto hemos escuchado e incluso utilizado desde que Wave vio la luz: Google Wave no es el fin del e-mail tradicional tal como lo conocemos. Y la razón de esto es muy sencilla: el e-mail es un servicio universal. Tanto como la internet misma. Y carga con un largo historial de experiencia e infraestructura a sus espaldas. Aunque no sería extraño que haya una tendencia a utilizar cada vez menos el e-mail y comencemos a apoyarnos un poco más en otras herramientas on-line como Wave y Google Docs.

Y para finalizar sugiere un desafío: ¿por qué no integrar Wave a GMail?

jueves, octubre 15, 2009

¿Brecha digital? Bahhh...

Esta mañana leía la noticia de que en Finlandia, a partir de junio de 2010, el acceso a internet a través de banda ancha (ADSL) va a transformarse en un derecho fundamental para toda la población. Sí, para todos los habitantes del país nórdico. Al mismo tiempo que leía, no podía dejar de sonreír y de sentir un poco de envidia (de la buena, ojo). Esto significa que, en teoría, el gobierno y las empresas proveedoras van a tener que asegurar las políticas de inversión necesarias para que cualquier localidad del país pueda contar con una conectividad a internet de, como mínimo, 1 Mbps. Y la meta es alcanzar los 100 Mbps para el 2015. ¿Se imaginan eso? Todo un país conectado a, digamos para empezar, 1 Mbps. En Japón existen zonas en las que ya pueden disfrutar de 50 Mbps. Pero en este caso estaríamos hablando de asegurarle por lo menos 1 Mbps a todos los pobladores de un país sea donde sea que estos habiten.

Creo que 1 Mbps es una muy buena velocidad para el usuario promedio. Se pueden utilizar cómodamente casi todos los servicios disponibles en internet: desde las aplicaciones más básicas como la world wide web, el e-mail y la mensajería; hasta las comunicaciones VoIP, el streaming de audio a una calidad decente y el streaming de video a una calidad aceptable en forma bastante fluida.

Obviamente, si nos ponemos a comparar la superficie que ocupa Finlandia en el mapa con la de, por ejemplo, nuestra querida Argentina, está de más decir que ni siquiera se puede empezar a hacer analogías. Supongo que debe ser mucho más fácil, accesible y realizable asegurar la conexión para todos los habitantes de un país mucho menos extenso que el nuestro. Pero, más allá de esto, creo que lo importante, lo que merece ser destacado es la apertura de mente y la actitud para llegar a comprender que el acceso a internet y a la información a través de este medio es un derecho fundamental que no se le puede negar a nadie.

Más allá de las extensiones geográficas y teniendo en cuenta los pasos que se están dando en nuestro país en cuanto a inversión y renovación de redes de datos, políticas que pretenden amordazar internet y aplicación de impuestazos y aranceles desmedidos e injustificados a los productos y bienes electrónicos, creo que estamos recorriendo una dirección totalmente opuesta.

Tengo que reconocer que escribo todo esto con un poco (bastante) de despecho, ya que hace un par de años que estoy limitado a una conexión sub-ADSL por vivir en una localidad cercana a una gran ciudad, pero que no está en una zona en la que Telecom, uno de los proveedores de telefonía y datos más grandes en el mundo y uno de los pocos disponibles en la Argentina, considere que es necesario invertir en infraestructura para mejorar el acceso a internet.

miércoles, septiembre 30, 2009

¿Internet: es igual para todos?

¿Es internet ese paraíso libre de barreras en donde todo es equitativo e igualitario para sus usuarios? No me refiero a la neutralidad de la red, al hecho de que los proveedores deban asegurar que todo el tráfico que pase por sus "caños" tenga la misma prioridad. Tampoco estoy hablando de casos extremos que ya todos conocemos ni de súper firewalls estatales que bloquean el acceso a los contenidos considerados "poco convenientes o nocivos" a los usuarios de determinados países.

Me refiero a algo mucho más mundano con lo que, seguramente, todos nos hemos encontrado en alguna oportunidad. ¿Por qué Spotify sólo está disponible para un puñado países en todo el mundo? ¿Y Facebook lite que no puede accederse desde determinados lugares? ¿¡Cómo que no puedo comprar música o aplicaciones en el iTunes Store porque mi país no está incluido en la lista!? Y Fox o Hulu que no me dejan ver algunas de mis series favoritas on-line porque tengo la desdicha de no estar en la latitud y longitud correctas. Y con el tiempo nos fuimos quedando sin, por ejemplo, Pandora. Muchos de estos, la mayoría, son servicios comerciales. Y en estos casos el motivo que se suele sacar a relucir es la imposibilidad de monetizarlos en determinados mercados y en determinados países. Siempre lo comercial predomina. Pero muchos otros servicios son gratuitos o tienen costo cero gracias a alianzas comerciales y publicitarias que con el tiempo terminan demostrando que no pueden ser redituables en todos los países del mundo. Y así se termina la historia, el servicio se cierra o se bloquea el acceso desde los lugares que no son comercialmente explotables.

Sé que en el fondo esto es comprensible: si un servicio tiene que cerrar porque no le da el ancho de banda para proveer a todos sus usuarios a nivel mundial y es imposible que pueda generar las ganancias para mantenerse vivo en todos los países, es lógico que decida dedicarse solamente a aquellos países en los que sí es redituable y puede operar. Pero en los tiempos que corren, con el nivel de rapidez y globalización que ha alcanzado la comunicación, con los sistemas de pagos y micro-pagos existentes cada vez más sencillos y seguros para el usuario, con las redes y alianzas publicitarias y de anunciantes... ¿no hay forma de hacer un negocio rentable a nivel mundial? La excusa de que no puedo acceder a un determinado servicio que sí pueden disfrutar en otros lugares del mundo sólo por el simple hecho de que en mi país no se puede generar el rédito necesario como para permitirme el acceso me suena a poco. Me da la sensación de que es más un motivo de falta de interés en un mercado en particular, de querer ir a lo rápido y a lo comercial. Si funciona y factura lo suficiente en estos países... ¿para qué hacer el esfuerzo de ir más allá? Por poner un ejemplo, Last.fm tomó la decisión de empezar a cobrar por su servicio de streaming en aquellos países en los que el servicio no fuera monetizable mediante publicidad y acuerdos comerciales. Todos los demás servicios (el acceso a los datos y las estadísticas) continuaron siendo gratuitos.

Es irónico porque, ya sean realmente útiles o algo más triviales, son servicios lo suficientemente tentadores como para que haya usuarios dispuestos a pagar por ellos. De hecho hay muchos usuarios que saltean este tipo de limitaciones geográficas y acceden a través de algún proxy o de redes VPN. Una molestia que da a entender el nivel de interés que pueden llegar a generar.

Soluciones hay: publicidad embebida, pagar por contenidos, pagar una tarifa mensual. A pesar de que una tarifa en euros o en dólares, en la mayoría de los casos, no se ajusta al bolsillo y a la realidad de todos los países (sobre todo por estas latitudes), creo que es preferible tener la opción de servicio a cambio de un pago antes que nada en absoluto. Y seguramente habrá algunas otras soluciones todavía por crearse. También sabemos que hay monstruos impresionantes detrás de todo esto: alianzas multimillonarias, contratos publicitarios de cifras astronómicas, minuciosos análisis de mercados y retornos. Pero un rotundo "no podés acceder porque no me conviene" me parece, como mínimo, injusto. ¿Alguien más se siente un poco discriminado?

jueves, junio 11, 2009

El fin de la ley Hadopi

El 19 de mayo los franceses sancionaban una ley que imponía serias multas a los usuarios de internet en el país europeo. La noticia tomo vuelo rápidamente y fue presentada como un triunfo de los defensores de las ya obsoletas leyes de propiedad intelectual y un paso hacia la pérdida de las libertades individuales en la red en pos de un fuerte control sobre las actividades de los ciudadanos.

Ayer, casi un mes después, la señora cordura volvió de sus vacaciones y el consejo constitucional francés declaró que la llamada "Ley Hadopi", por la cual se pretendía monitorear el uso de redes P2P en los internautas presumiendo que su simple uso era prueba de que violaba derechos de autor, es inconstitucional y representa una violación a los derechos humanos por vulnerar el principio de inocencia que en todo estado democrático debe regir.

Una buena noticia muy esperada por todos los usuarios de redes P2P con fines legalmente correctos, y una excelente noticia para todos los ciudadanos del mundo que valoran la neutralidad de la red y los derechos humanos que la protegen.

Peter Smile